martes, 6 de enero de 2009

LOS AÑOS DE JUVENTUD EN TUPÁTARO

Durante la infancia y su juventud temprana, los tupatarenses aprenden en el seno familiar los valores de los padres. El sistema de valores, que posibilita la integración de los jóvenes en su comunidad, incluye entre otros el respeto a los adultos mayores y a la gente de su pueblo, cumplir con sus obligaciones en casa y ser trabajadores. A la edad de entre 8 y 10 años comienzan a salir a  bailes y reunirse con sus amigos para jugar y comentar sobre sus aspiraciones académicas o su posible migración. Mientras, las mujeres se han integrado en las labores domésticas y cuidan de sus hermanos menores o hacen quehaceres domésticos y los varones ayudan a sus padres en el campo y al cuidado de los animales, aunque algunos, hoy día realizan estudios en el Colegio de Bachilleres, al Conalep en Pátzcuaro, preparatorias, incluso a la universidad en Morelia; empero, estos estudiantes, cuando regresan en fines de semana –o diariamente, según el caso y la distancia- colaboran en las tareas domésticas, agropecuarias, de servicios o de transformación. Desde esa edad se pactan los primeros noviazgos.

El noviazgo ha perdido la característica exogámica casi-exclusiva de antaño, aunque la práctica sigue viva. Los noviazgos entre jóvenes de la localidad tienden a ser más frecuentes. Durante esta etapa, la chica estrecha los lazos con la madre para establecer con ella una complicidad mediante la cual se oculta la relación al padre. Aunque el escarceo y las caricias entre los novios existen, no son explícitas y públicas y con frecuencia lo que se percibe es a parejas fuera de la casa platicando o usando el espacio de la escuela para conversar.

No hay comentarios: