martes, 6 de enero de 2009

PRESENTACIÓN

La presente Monografía Etnográfica Tupátaro es producto del esfuerzo de uno de los equipos de investigación conformados en la Escuela Nacional de Antropología e Historia para principiar una serie de trabajos encaminados a vincular la Institución con posibles comunidades-objeto de estudio. Intenta modificar la relación que tradicionalmente se establece con ellas, porque en casi todos los procesos de investigación los estudiantes y/o investigadores, hacen acto de presencia en una localidad cualquiera, obtienen datos y escasamente corresponden a la norma de reciprocidad con la que se conducen nuestros informantes. Por el contrario, pretende regresar la información obtenida, sistematizada; y segundo dar cuenta a los tupatarenses de sus potenciales, carencias, aspiraciones, debilidades, fortalezas y posibles proyectos a implementar en su localidad.

El equipo, al dejar el presente documento en las manos de autoridades del INAH, de la ENAH y de la localidad de Tupátaro, espera haber coadyuvado a gestar un instrumento que sirva tanto para autoconocimiento de la comunidad, para servir de memoria y testimonio a las generaciones tupatarenses venideras,  para consulta en general (estudiantes, interesados diversos) y como base para planear proyectos comunitarios a futuro.


CORDIALMENTE 

 EL RESPONSABLE DEL PROYECTO DE INVESTIGACIÓN

Hilario Topete Lara 

FISIOGEOGRAFÍA


Tupátaro (del purépecha Tuxpata, "Junco" o "Espadaña", planta que crece en la región lacustre), se encuentra en la parte central del Estado de Michoacán, a 11 kilómetros de la Ciudad de Pátzcuaro, y  48 kilómetros de la ciudad de Morelia. Con un clima que oscila poco durante el año aunque las temperaturas promedio más bajas se localizan en diciembre 14°  y las más altas entre mayo y junio con rangos de 20°. En la zona se tiene un régimen de lluvias intensas en verano, que van de mayo a noviembre con una intensidad mayor entre junio y septiembre, siendo en diciembre el menor índice de lluvias.    

Clima templado, es favorable para las especies  de Pinus, Quercus y variedades de oyamel característicos del Eje Neovolcánico, aunque acusa los estragos de una deforestación ajena a control, lo que ha imposibilitado su renovación.

      También, albergaba un manto acuífero en cuya orilla se encontraba el original pueblo de Tupátaro, hoy  completamente desecado.

ORGANIZACIÓN POLÍTICA Y GOBIERNO LOCAL

Tupátaro, con categoría de pueblo, es uno de los cinco núcleos agrarios que forman el municipio que lo comprende y pertenece a este en calidad de Jefatura de tenencia desde la erección de Huiramba como Municipio en 1950.[i] Su extensión, 578 Has., limita al norte con La Nopalera, El Carmen y El Zapote; al sur con Pueblo Nuevo; al oriente con El Carmen y la Presa y al occidente con Cuanajo. [ii]

Las autoridades locales se conforman por; Jefatura de Tenencia, Comisariado Ejidal, Juez Menor de Tenencia.

El Jefe de Tenencia electo internamente en la localidad por voto libre y directo, entre sus funciones se encuentran: gestionar peticiones que se proponen en las asambleas; mantener el orden dentro de la comunidad en casos de robos menores y riñas menores;  administrar los beneficios que otorga el Ayuntamiento; recaudar los pagos de luz y de agua entre otras funciones más.

Cuenta con un equipo de auxiliares electos de la misma forma, Jefe de Tenencia Suplente y Secretario; existen además tres jefes de manzana electos por el Jefe de Tenencia para avisar sobre reuniones y faenas, comunican sobre faltantes de servicios y atienden pequeñas riñas y robos.



[i] Comunidad de Tupátaro, Municipio de Huiramba del Estado de Michoacán de Ocampo. Auto estudio del Municipio. Comunidad de Tupátaro, s/l, Instituto Michoacano de Cultura, s/p.

[ii] Acta de Deslinde Parcial del Ejido de Tupátaro del municipio de Pátzcuaro, Estado de Michoacán, Complementaria del Acta de Posesión levantada el 30 de agosto de 1935, Archivo del Comisariado Ejidal, Tupátaro, Michoacán, Hoja # 1. 

DEMOGRAFÍA

Según el Censo del año 2000, Tupátaro tiene una población de 646 habitantes de los cuales son 352 mujeres y 294 hombres, casi todos ellos auto reconocidos como mestizos; los hablantes de alguna lengua indígena no rebasan la media decena y es mayor el número de personas -masculinas sobre todo- que se declaran bilingües con dominio del inglés y del español. A contrapelo del crecimiento demográfico nacional, la población tupatarense ofrece un fenómeno imposible de inadvertir:  migración.

De las 161 personas que componen la PEA, 99 están en el sector primario, 19 en el secundario y 34 en el terciario, lo que concuerda con las actividades económicas fundamentales: agricultura y ganadería, actividades agropecuarias que le proporcionan maíz, fríjol, haba, lenteja, trigo, avena forrajera, janamargo, alfalfa, leche y cárnicos de bovinos y ovinos, principalmente.

ECONOMÍA



La economía de Tupátaro depende  en primer grado de las remesas de dólares de la agricultura y la ganadería, cada vez más destinada al autoconsumo, y de apoyos gubernamentales como Oportunidades y Procampo.

Existe producción agrícola de:  maíz, fríjol, calabaza y chilacayote. cuando la calidad del suelo no permite la cosecha de mazorcas de calidad,  lo cosechado se destina simplemente al forraje, como ocurre con toda la avena forrajera cultivada y la alfalfa.  Una tercera parte –y la producción de haba- se destina para la venta local y hacia el exterior.

La segunda actividad productiva es la ganadería de vacunos. Los bovidos se utilizan para cárnicos (machos sin raza certificada) y a la producción lechera (hembras).  La crianza de ovinos es una forma de inversión familiar pues no los consumen ni venden la carne, la lana tampoco se aprovecha porque no se practica la trasquila. La crianza de porcinos de traspatio es a escala doméstica. Existe un criadero de conejos para autoconsumo y en algunos casos para venta directa.

La crianza de aves de corral, así como la producción de los árboles frutales de los traspatios, son utilizados para consumo doméstico. De manera casi insignificante se encuentran la recolección y la caza.

La industria de la transformación en el pueblo incorpora  a dos tortillerías y tres panaderías y la venta de alimentos los días domingos en las inmediaciones del jardín de la localidad.

La actividad comercial se despliega en poco menos de dos decenas  de tiendas de abarrotes, sólo existe una carnicería y los días jueves se instale un grupo de comerciantes ambulantes que ofrecen diversos productos.

El templo agustino del Santo Santiago (Matamoros), es uno de los principales atractores de visitantes que en fines de semana suelen consumir alimentos y productos de abarrotes.

La migración, reviste características económicas muy importantes en la localidad.  Los migrantes se encuentran concentrados en su mayoría en el Estado de Texas (Houston, el principal destino y Dallas el segundo), aunque también se dirigen a Florida (Miami), California y, en muy escaso número, a Pátzcuaro, Puebla y el Distrito Federal. 

SERVICIOS EN TUPÁTARO

La carretera 14 (Morelia- Pátzcuaro) es la vía más conocida y la que utiliza el turismo, los lugareños, el transporte colectivo (Cuanajo-Pátzcuaro-Cuanajo) y los autobuses con servicio de segunda que hacen el recorrido Morelia-Pátzcuaro desviándose hacia los pueblos más próximos en esta carretera que une ambas ciudades.

El proceso urbanístico en Tupátaro es reciente. En 1948 se inició el entubamiento del agua para llevarla a las casas y aún es insuficiente. Hacia 1982 se habían empedrado sólo dos calles de Tupátaro; hoy sólo la calle-carretera que atraviesa el pueblo rumbo a Cuanajo está pavimentada, un tramo perpendicular tiene plancha de concreto y sólo algunas calles del centro están empedradas.

Hoy, aunque hay energía eléctrica el alumbrado público es visiblemente insuficiente. De la misma forma, el  servicio de drenaje, que principiara a instalarse hacia 1992, cuenta con una red instalada muy reducida. Igualmente insuficiente es el servicio telefónico. El uso de la telefonía celular, pese a su costo más elevado, es el de uso común y no existe servicio postal.

 Existe una oficina local de México Express por medio de la cual se envían remesas de dólares, aunque estas pueden habitualmente llegar como giros interbancarios contratados en USA a través de Giromex, Pegasso y Vigo entre otras. 

En materia educativa, la localidad cuenta con un jardín de niños, una escuela primaria rural y una telesecundaria. Para proseguir sus estudios en el nivel medio superior los alumnos deben trasladarse todos los días hasta Huiramba, la cabecera municipal, a Pátzcuaro o a Morelia.

No existe Centro de Salud y tampoco hay un médico particular en Tupátaro.  Debiendo trasladarse a otros lugares dependiendo de sus recursos económicos. Para la atención del proceso del embarazo, parto y cuidados postnatales, algunas alternan su cuidado prenatal consultando una partera-curandera de Quiringuaro. A ella misma se acude para casos de esguinces, empachos, susto, acomodo de ovarios y mal de ojo entre otros. 

TEMPLO DEL SEÑOR SANTIAGO


El Templo de Santo Santiago, su monumento histórico más sobresaliente; y emblema de la localidad, muestra la evidencia del sincretismo prehispánico-hispano que se conformó durante el proceso colonial. Por supuesto, el recinto contiene más riquezas estéticas e históricas entre las que su artesonado (no bóveda de medio cañón, sino forma de artesa) que data del siglo XVIII, representa episodios de la vida de cristo  y, en la parte superior, remata con pinturas que representan los episodios centrales de la vida de María.

Otro de los elementos estéticos del templo es el altar mayor hecho en madera estofada de oro con columnas salomónicas; el relieve del frontal del altar mayor, recientemente restaurado, exhibe una de las técnicas de trabajo de la época: la pasta de caña de maíz con cobertura de oro. Por supuesto, el altar mayor posee otras obras atractivas como los cinco óleos que hacen referencia a la Pasión de Jesús, y el que representa a Santo Santiago montado a caballo y pisoteando con los cascos de su caballo a un moro sometido.

También es de destacar su pila bautismal de antigüedad desconocida pero con iconografía que rememora la presencia franciscana en la localidad.

Por último, en lo que fue la casa cural, adjunta al templo, el INAH ha improvisado un pequeño museo de arte religioso con piezas del los últimos tres siglos.

ESPACIOS EN TUPÁTARO


En Tupátaro, las antiguas construcciones de adobe, madera y teja –y aún los trojes, de los cuales se conservan muy pocos-  con aleros ceden gradualmente ante el avance de las construcciones de mampostería y techos de losa de concreto; la casa-habitación de una planta empieza a convivir con las construcciones de dos plantas, a pesar de los intentos del gobierno del Estado, la Secretaría de turismo y de algunas personas conspicuas de la localidad que bregan por conservar su rostro bucólico. 

Los recintos educativos que albergan a la preprimaria, a la primaria y a la telesecundaria, contrastan arquitectónicamente  con el centro histórico aunque se encuentran fuera del mismo ya que se ubican hacia la parte norte de la localidad, donde se encuentra el cementerio. En este perímetro, pero hacia la zona norte está lo que es, para los lugareños residentes y los migrantes, uno de los lugares de encuentro y emblemáticos es el “toril” o “rodeo” un redil que sirve para los jaripeos que en ocasión de las fiestas religiosas allí se celebran.

En el portal Juárez existe un relieve del patrono del pueblo, el Santo Santiago Matamoros, muestra al santo  de perfil izquierdo sobre su caballo. El trabajo se realizó sobre cantera y tal imagen fue empotrada en una pared durante  las obras de remodelación y embellecimiento del centro de Tupátaro, realizadas por el INAH en 1994.

BREVE ESBOZO HISTÓRICO


Sometido a Tzintzuntzan y después, con la llegada de los españoles, Tupátaro fue asignado como encomienda a  Don Juan Alvarado, y bajo la protección de este llegaron los agustinos. Estando bajo la jurisdicción de Patzcuaro, hacia 1641, año de su fundación, la localidad quedó bajo protección del Apóstol Santiago y Tupátaro, como Quiringuaro, quedó sujeto a Tiripetío

Localidad pacifista, por lo que el movimiento independentista, impactó de manera insignificante.

A inicios del siglo XX la población estaba bajo el poder de los hacendados que se habían apoderado de las tierras de Tupátaro y de los pueblos aledaños y ante la publicación de la Ley del 6 de Enero que abría las posibilidades de dotaciones y restituciones, los campesinos asalariados, iniciaron el proceso del reclamo de tierras mediante la figura de la restitución, aunque la lucha no resulto fácil. La revolución, de hecho, no había dejado huella.

Esta lucha por la recuperación de la tierra pronto se empalmó con varios acontecimientos: la guerra cristera, una epidemia de gripe y la llegada de los Suárez – que instauraron un régimen de terror- a la localidad. El 21 de febrero de 1931 se dictó el fallo según el cual procedía la dotación de tierras a Tupátaro, quedando el ejido de Tupátaro instituido legalmente por resolución presidencial del 16 de abril de 1934.[i]

A mediados del siglo XX, Tupátaro pasó a ser Jefatura de Tenencia, ya con calidad de pueblo, del recientemente erecto Municipio de Huiramba (1950).

El rostro de Tupátaro mejoró en la década de los setentas con las labores de empedrado en las calles centrales que se apoyó parcialmente en la fuerza de trabajo de la localidad; por ese tiempo la red eléctrica creció de manera impresionante; la escuela primaria fue reubicada y se construyó la secundaria.

En los años ochentas, Tupátaro había experimentado su primer descenso poblacional, un fenómeno característico de la intensificación del proceso migratorio, aunque en el 2000, el número de viviendas se elevaría, una evidencia del crecimiento de familias nucleares, de la migración de elementos de las familias y de que las remesas empezaron a utilizarse para la construcción de vivienda. La hegemonía del Partido Revolucionario Institucional inició su debacle y, en cambio, empezó a ganar adeptos el Frente Democrático Nacional y más tarde el Partido de la Revolución Democrática.

La quiebra del desarrollo estabilizador y la distorsión económica a que se sometió al campo, empezó a transformar los terrenos agrícolas productores de granos, en superficies para la producción de forrajes, y los montes en áreas de pastoreo, luego de la introducción del ganado provocó que la migración siguiera en aumento.

Hacia 1990 Tupátaro registró la mayor densidad demográfica pero, en la misma década que se iniciaba se tornó más intensa la migración hacia Dallas, Houston y Florida en los Estados Unidos, Morelia y el Distrito Federal.

En el año de 1994 a petición del Programa Nacional Adopte una Obra de Arte A.C., la Coordinación de Restauración realizó un dictamen sobre el estado de conservación del artesón del templo de Santiago Apóstol; se trataba de rescatar uno de los pocos techos policromados que aún persisten en México. Por ese mismo tiempo se inició también la toma de conciencia acerca de la importancia del bosque como fuente de aprovechamiento maderero y como contenedor de agua

Las modificaciones al artículo 27° Constitucional en 1992 afectaron de tal manera que hicieron posible, entre otras cosas: la venta de derechos privados y aún de aquellos que eran de uso común.

En los inicios del nuevo milenio, el rostro de Tupátaro es contrastante: los servicios públicos existen pero no son suficientes. La población aumenta en términos de nacimientos pero no en número de residentes. La migración ha colocado a los migrantes en una posición política privilegiada para la toma de decisiones y para las festividades en tanto proyectos productivos, asimismo ha introducido modificaciones sociales y culturales.



[i] Acta de Deslinde... Hoja # 1.

NACER EN TUPÁTARO, COMPADRAZGO Y PADRINAZGO

La carencia de infraestructura sanitaria y de salud en Tupátaro no es obstáculo para la atención del proceso embarazo-parto, las embarazadas acuden a los servicios públicos o privados más cercanos.

La misma situación de pueblo migrante otorga un carácter peculiar al proceso concepción-embarazo-parto. La ausencia del padre en casi todo el proceso es notoria, la futura madre depende en buena medida de la familia del esposo, donde “queda a cargo”. El nacimiento es un asunto de familias y no de parejas, además de centrado en la figura femenina. Los trabajos de la reproducción sociocultural son fundamentalmente femeninos, aunque entre algunos migrantes empiezan a observarse comportamientos de participación en la atención de infantes.

El proceso de educación consiste en  la transmisión de roles y posiciones dentro del núcleo familiar de acuerdo con su género y edad.

La figura del padrino de bautizo es muy importante en la vida del tupatarense en tanto son considerados como segundos padres o papás segundos. El compromiso no se contrae simplemente con el ahijado y los compadres, sino que es libremente asumido por el padrino y se formaliza ante Dios.

La primera comunión se realiza cuando los niños se encuentran entre los 8 y 11 años. La mayor parte de ellas ocurren en carnaval y en las fiestas de Santo Santiago; en esta fecha emerge el padrinazgo  de manera similar al del bautizo, aunque las obligaciones y la responsabilidad del padrino de primera comunión para con el ahijado es muy reducida.

LOS AÑOS DE JUVENTUD EN TUPÁTARO

Durante la infancia y su juventud temprana, los tupatarenses aprenden en el seno familiar los valores de los padres. El sistema de valores, que posibilita la integración de los jóvenes en su comunidad, incluye entre otros el respeto a los adultos mayores y a la gente de su pueblo, cumplir con sus obligaciones en casa y ser trabajadores. A la edad de entre 8 y 10 años comienzan a salir a  bailes y reunirse con sus amigos para jugar y comentar sobre sus aspiraciones académicas o su posible migración. Mientras, las mujeres se han integrado en las labores domésticas y cuidan de sus hermanos menores o hacen quehaceres domésticos y los varones ayudan a sus padres en el campo y al cuidado de los animales, aunque algunos, hoy día realizan estudios en el Colegio de Bachilleres, al Conalep en Pátzcuaro, preparatorias, incluso a la universidad en Morelia; empero, estos estudiantes, cuando regresan en fines de semana –o diariamente, según el caso y la distancia- colaboran en las tareas domésticas, agropecuarias, de servicios o de transformación. Desde esa edad se pactan los primeros noviazgos.

El noviazgo ha perdido la característica exogámica casi-exclusiva de antaño, aunque la práctica sigue viva. Los noviazgos entre jóvenes de la localidad tienden a ser más frecuentes. Durante esta etapa, la chica estrecha los lazos con la madre para establecer con ella una complicidad mediante la cual se oculta la relación al padre. Aunque el escarceo y las caricias entre los novios existen, no son explícitas y públicas y con frecuencia lo que se percibe es a parejas fuera de la casa platicando o usando el espacio de la escuela para conversar.

MATRIMONIO, BODA Y PADRINAZGO

Los noviazgos pueden prolongarse por años, muy pocos con permiso de los padres y otros a espaldas. Aunque todavía algunos  varones deciden optar por la petición de la novia, lo frecuente es que opten por el “robo de la novia” que es en realidad una “juida” de la novia con el novio.

Cuando el matrimonio se realiza por petición, el novio es acompañado por sus padres, los padrinos de bautizo y personas muy cercanas a él, llevando obsequios, para solicitar formalmente la mano de la novia. Siendo en esta ocasión cuando se elige al padrino de velación. Para pactar el padrinazgo primero se consulta con los posibles candidatos; una vez asegurado alguno de ellos se realiza el protocolo de invitación-aceptación formal.

 Tres o cuatro días antes de la boda, se realiza la ceremonia de bendición, acontecimiento en el cual se bendice la unión y se dan recomendaciones a los novios por parte de sus personas más cercanas.

La mayor parte de los enlaces matrimoniales ocurren en sábado. Los preparativos inician el día anterior, siendo las mujeres las encargadas del banquete y los hombres realizan todo aquello que implique un esfuerzo físico considerable.

Para la realización de la boda se escogen varios padrinos para cada uno de los elementos del ajuar y los objetos consumibles o utilizables en la boda. Este género de padrinazgo carece de fuerza cohesionadora y escasamente tiene trascendencia.

La práctica frecuente es que los novios pasen a residir durante un tiempo a la casa de los papás del varón, si no es que ya residían allí desde antes de casarse, sobre todo en los casos en los que se optó por el rapto de la novia.

La familia nuclear es numerosa. El dueño de la tierra y del ganado es formalmente el padre; comúnmente las tierras ejidales son propiedad del varón.

Es frecuente que cuando el padre muere, sea la madre la que reparta la tierra y los animales. La tierra se reparte entre los hijos varones en partes iguales, a las mujeres les toca un animal, se dice. Si no existe la madre al morir el padre, los hijos varones son los que reparten la tierra y los animales en partes iguales. 

MORIR EN TUPÁTARO Y EN EL EXTRANJERO

Cuando las personas fallecen se utiliza un código para enterar al pueblo acerca del sexo del difunto mediante campanadas: tres en caso de que sea un hombre y dos si es mujer. El cuerpo del difunto, debidamente amortajado con atuendos que evocan a San José o a la Virgen María,se vela en casa o en la de algún familiar, se inician los rosarios. Como agradecimiento, los dolientes ofrecen pan, café, mole y atole a los asistentes y donantes.

El amortajamiento del difunto es llevado a cabo de acuerdo a una relación, que es tarea y es asignada de acuerdo a las siguientes pautas: cuando mueren entre los 0 y 7 años, se les llama "angelitos" y son amortajados por los padrinos de bautizo del infante. Cuando fallece en un rango que inicia a los 8 años y termina cuando el ahijado adquiere el status de esposo o esposa, son los padrinos de confirmación quienes amortajan. En el caso de morir en la edad adulta, la mortaja la realizan los familiares del  fallecido.

Luego del velorio, al siguiente día, el difunto es trasladado a la iglesia para una misa de cuerpo presente, a cuyo término se realiza una procesión desde la iglesia hasta el panteón.

Cuando fallece un infante o un adolescente y los padres no se encuentran en el pueblo, la obligación del velorio y el sepelio del difunto son del padrino de bautizo.

El primero de noviembre se visita en el panteón a los "ángeles" difuntos, es decir, a los niños y adolescentes que fallecieron y el siguiente día a los adultos fenecidos; en ambos casos se les lleva una corona y flores, se platica con ellos mientras se limpia la tumba y en su honor y por su descanso se les reza un rosario, mientras que en la casa se les pone una ofrenda.

Cuando un tupatarense fallece en el extranjero, sus familiares y conocidos se encargan de enviar el cuerpo para que sea sepultado en Tupátaro. Una vez recibido el cuerpo, (si el tiempo transcurrido lo permite), se lleva a cabo la velación y al día siguiente se realiza el sepelio, antecedido por una misa de cuerpo presente.

CICLO CEREMONIAL EN TUPÁTARO

El ciclo anual de conmemoraciones religiosas y civiles en Tupátaro no es muy profuso pero sí se caracteriza por la intensidad con la que se vive cada una. Entre ellas destacan el Carnaval, la Semana Santa, Santo Entierro, la fiesta patronal de Santo Santiago y las posadas. Las ceremonias cívicas revisten menos importancia pero igualmente religan los lazos intracomunitarios y ínter comunitarios.

 

Entre las festividades de orden cívico se encuentra la del aniversario de la fundación del municipio, que se celebra en Huiramba todos los días 9 de octubre. De particular importancia es la visita recíproca que establecen, sobre la base de invitaciones, las localidades de Huiramba, Quirínguaro, El Pedregal, El Sobrado y Tupátaro. El festejos del 20 de noviembre se realiza en Tupátaro, las celebraciones del 16 de septiembre en El Pedregal,  el 24 de febrero en El Sobrado y el 9 de octubre en Huiramba. Estas comunidades ofrecen esos días alimentos y bebidas a los lugareños y a los invitados.

El 3 de Mayo se celebra a la "Santa Cruz". Cuentan que hace aproximadamente 50 años, los habitantes de Tupátaro y Cuanajo subían al cerro de la Cantera en procesión.

Los preparativos para las conmemoraciones religiosas se inician en diciembre, con la elección del Comité del Carnaval para el mes de febrero o marzo. El monto requerido para las fiestas supera al aportado por las familias residentes en Tupátaro; empero, las aportaciones que hacen los migrantes hacen posible el carnaval que inicia con las mañanitas al Señor del Pinito. El segundo día (Miércoles de Ceniza) se realizan otras actividades, entre ellas un jaripeo y los migrantes regresan de EEUU para la celebración.

La Semana Santa se caracteriza por su sobriedad y recogimiento. Por lo general se realizan actividades en las que seminaristas ofrecen pláticas  bíblicas. Los días jueves santo, viernes santo y sábado de gloria se realizan representaciones de la pasión y muerte de Jesucristo. El sábado de gloria se celebra una misa en la que se bendicen velas, granos de maíz y cerillos.

La festividad mayor se realiza en honor de Santo Santiago o Santiago Matamoros. Esta festividad no es simple costumbre sino el refrendamiento de su milagrosidad.

El 16 de Diciembre comienzan los novenarios para celebrar las posadas y en la nochebuena se acude al templo para “arrullar al niño”.

El 31 de diciembre se acude al templo a agradecer. Y por la noche suelen reunirse dos o tres familias para festejar la llegada del año nuevo. Al siguiente día, a las nueve de la mañana, se celebra la primera misa del año. 

TALLER DE CAÑA DE MAIZ


De reciente incorporación, en Tupátaro existe un Taller de Rescate de Técnicas y Oficios de la Caña de Maíz, conducido por Pedro Dávalos Cotonieto, reproductor y restaurador del Instituto Nacional de Antropología e Historia, para la creación de relieves y esculturas con caña de maíz y técnicas coloniales cuyo fruto es una artesanía preciosista escasamente conocida. La producción de relieves y esculturas de diversas dimensiones empieza a configurar un rostro productivo diferente de la localidad.

VISITAR http://www.lajornadamichoacan.com.mx/2006/10/28/15n1cul.html

JARDIN ESCULTÓRICO "PEDRO DÁVALOS"


En la última década, merced a la iniciativa del restaurador, pintor y escultor Pedro Dávalos,  en su propia casa se ha acondicionado un jardín escultórico de reproducciones prehispánicas y obras originales del artista; también, por su iniciativa, se construye el que habrá de ser el recinto de un museo artístico y arqueológico de la localidad.

EL CRISTO DEL PINITO


La existencia del Cristo del Pinito o Cristo del Pino, que pasaría a presidir el altar del templo de Apóstol Santiago, fue conocida por el Curato de Pátzcuaro y se da cuenta en la Americana Thebaida de 1729. El cristo crucificado, de bulto, se encontraba en el interior de un pino, formado por sus ramas y fue descubierto por un tupatarense en el momento de rajar con su hacha el árbol que lo contenía. Otro fechamiento lo proporciona la inscripción en una de las campanas que data de 1730.

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